20 de Junio . El precio promedio de la luz para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista subirá este lunes un 45,6% con respecto a este domingo, hasta los 258,68 euros por megavatio hora (MWh). Este aumento se produce después de dos días consecutivos de descensos coincidiendo con la caída de la demanda por el fin de semana y con el final de la ola de calor.
Este precio para los clientes del PVPC es producto de sumar el precio promedio de la subasta en el mercado mayorista y la compensación que pagará la demanda a las centrales de ciclos combinado por la aplicación de la ‘excepción ibérica’ para topar el precio del gas para la generación de electricidad.
¿Por qué los tramos ya no nos ayudan a ahorrar en la factura de la luz?
Después de que el Gobierno anunciara en junio la implantación de tres tramos horarios para el consumo de la electricidad, los consumidores cambiamos de hábitos. Desplazamos el consumo a las horas más baratas del día (de madrugada o los fines de semana). Sin embargo, la escalada de precios que se está produciendo desde entonces hizo que el mismo Gobierno intentara reducir el precio de la factura aplicando algunas medidas. La reducción al 0’5% del Impuesto de la Electricidad y al 10% el IVA.
Lo que ha sucedido ahora es que a raíz de estos cambios, los tramos horarios se han visto afectados y han dejado de tener sentido. El tramo valle ya no tiene por qué ser el más barato. Desde hace prácticamente un mes, los tramos más baratos se han concentrado a partir de las 13, 14 o 15 horas de la tarde. Esto ha hecho que incluso fuera más económico poner una lavadora a esa hora que de madrugada o en fin de semana. No obstante, esto cambia todos los días y hay que estar atento a los precios diarios si lo que se quiere es ahorrar.
¿Por qué es tan cara la luz ahora?
Esta situación se produce en plena escalada del precio de todas las materias primas vinculadas a la energía en todo el mundo. Nos referimos a gas, petróleo y carbón. Esto dispara al mismo tiempo los derechos de CO2, también en máximos históricos.
El alto precio de la luz ya se está trasladando a otros productos industriales, provocando incluso la reducción de la actividad por parte de algunas compañías. También ha pasado en China, así como a productos tan básicos como el pan, que ha llegado a subir hasta 10 céntimos la barra.
Esta coyuntura ha generado una espiral inflacionista que podría llevar a los principales bancos centrales del mundo a revisar su calendario para la subida de los tipos de interés y anticiparlo, con el consecuente efecto que esto produce en las empresas y economías domésticas como el encarecimiento de la deuda o de las hipotecas o la mayor rentabilidad de los depósitos y otros productos de inversión.