Costilla de Adán: todo lo que tienes que saber para cuidar de tu planta favorita de la casa (y que tenga una larga vida)
La monstera deliciosa, –más conocida como Costilla de Adán–, es una planta trepadora que en los últimos años se ha popularizado dentro de los hogares. Aquí una completa guía en la que una experta nos cuenta todo lo que necesitamos saber para que crezca sana y fuerte por muchos años junto a nosotros
Una Costilla de Adán (Monstera Deliciosa) en el rincón más cuidado de la casa se ha convertido en una estampa casi viral en redes sociales como Instagram, sobre todo en estos tiempos tan forzosamente hogareños. La fotogénica planta trepadora, procedente de climas tropicales, es la reina del interiorismo vegetal, y aunque es un inquilino que no da muchos problemas, una planta fácil de cuidar, es posible que si no sabes mucho del tema te esté resultando un reto. ¿Qué punto de la casa es mejor para colocarla? ¿Cuánta agua necesita? ¿Qué hacer con las raíces aéreas o si le han salido manchas en las hojas?
Cuestiones a considerar antes de llevarte una Costilla de Adán a casa
Si todavía no te has hecho con una, pero ya te has decidido a ello, hay una serie de factores que tienes que considerar, relativos a cuál ejemplar comprar o incluso a dónde hacerlo. Así lo resume Páez: “Lo importante es intentar ver la raíz y comprobar que esté fresca, y que no esté ahorcada, dando vueltas alrededor de sí misma. Además de tocar el tallo, comprobar que está fuerte y que las hojas están bien y que no tiene ninguna plaga, es interesante sacar el cepellón y comprobar que no haya demasiada raíz en la tierra”.
¿Interior o exterior?
Es posible que te surjan dudas respecto a dónde colocar tu nueva planta. Es normal, en el caso de las monsteras seguramente las habrás visto tanto en interiores como en patios. “Es más una cuestión de temperatura que de luz. Las monsteras son plantas epífitas, que no tienen un tronco propio, leñoso, y por lo tanto no tienen un crecimiento vertical, sino que buscan otro soporte para crecer, por eso tienen raíces aéreas. En las zonas del Trópico, donde hay entre 15 y 24 ºC se crían solas en los bosques. En nuestras casas aguantan en el interior, aunque si es cerca de una ventana, mejor. A más luz, mayor capacidad de hacer la fotosíntesis. Si las criamos en exterior hay dos problemas: el primero es que no soportan temperaturas por debajo de los ocho grados» explica la responsable de Planthae. “Aguantan bien en patios, en porches, en zonas del Mediterráneo tal vez, pero no en la terraza de un quinto a la intemperie. El otro problema es que en verano, si está fuera y no le da la luz directa no pasa nada, porque está protegida del Sol, pero un verano de 40 grados a la sombra con luz directa le quema las hojas. Le provoca unos lunares gigantes en las hojas”.
Riego
Sabemos que la Costilla de Adán no es una planta que exija de muchísima agua, una forma de comprobar la necesidad de riego de nuestra planta es la de tocar la tierra y comprobar si está húmeda. “En general no hace falta mucho riego, un riego bastante moderado”. “En invierno normalmente las plantas necesitan menos riego porque por una parte están casi podríamos decir que hibernando, ya que es en primavera cuando desarrollan más hojas nuevas, y ahí tienen más necesidad de agua. Igual que nosotros, que cuando hace más calor o cuando hacemos deporte necesitamos hidratarnos con mayor frecuencia”.
Pulverizar las hojas: ¿Sí o no?
“Sí, porque así previenes muchas enfermedades”, recomienda la experta. “Es como cuando nosotros nos hidratamos el rostro. Es una cuestión de humedad ambiental. Cuanta más humedad ambiental tengan menos plagas les atacan (cochinilla, pulgón…)”